El violento ataque ocurrió en el establecimiento donde también opera el grupo Orsaa, cuando un comando armado irrumpió y disparó contra los presentes.
Fuentes de la Fiscalía General del Estado confirmaron que, tras el atentado, tres personas perdieron la vida en el lugar, mientras que una más fue trasladada de urgencia para recibir atención médica.
La violencia no da tregua
Este trágico incidente coloca al día como uno de los más violentos bajo la administración del alcalde Mauricio Trejo Pureco, quien, paradójicamente, dedicó este mediodía a grabar un conteo para despedir el año que será publicado mañana 31 de diciembre en sus redes sociales.
Por su parte, el secretario de Seguridad, Gabriel Arturo Yáñez, quien recientemente regresó al cargo tras una renuncia atribuida a “temas de salud”, pero que fuentes extraoficiales dijeron que era “porque no aguantó la presión de Trejo”, fue visto durante el día haciendo compras en la Plaza La Luciérnaga, acompañado de una persona.
Mientras tanto, las familias de las víctimas y los sanmiguelenses viven con la incertidumbre que deja esta creciente ola de violencia, mientras que las autoridades locales parecen estar más ocupadas en cuestiones personales o de imagen pública que en garantizar la seguridad en la ciudad.
Gabriel Arturo Yáñez Saldaña, regresó la Seguridad de San Miguel de Allende pero no lo han hecho oficial.
Exigencia de respuestas
Con este ataque, San Miguel de Allende suma un nuevo episodio de violencia, reforzando las críticas a la estrategia de seguridad implementada por las actuales autoridades municipales. Habitantes y comerciantes de la ciudad exigen acciones contundentes para evitar que la ciudad, conocida por su turismo y cultura, siga siendo escenario de violencia y descuido gubernamental.
La ciudadanía se pregunta: ¿hasta cuándo veremos un verdadero compromiso por parte del gobierno para protegernos?