Redacción
newssanmiguel@gmail.com
SAN MIGUEL DE ALLENDE.- La colonia Gardenias, ubicada junto a Loma Blanca, se convirtió esta semana en el escenario de un acto de crueldad que ha conmocionado a vecinos y rescatistas de San Miguel de Allende.
Dos mujeres, identificadas como Estefanía y Carolina, cumplieron con la amenaza que días antes habían gritado a los habitantes de la zona: si los perros callejeros no se iban, serían envenenados.
Testigos narran que Estefanía no solo lanzó agua hirviendo a una perrita embarazada, sino que también dejó veneno en comida que fue consumida por los animales.
Como resultado, cuatro perros que los vecinos cuidaban y alimentaban murieron, incluida una perrita que estaba a punto de dar a luz, perdiendo a sus ocho cachorros.
Rescatistas de la región señalaron que, tras la muerte de los primeros dos perritos, ambas mujeres salieron de su tienda a gritar, sin remordimiento alguno, que continuarían envenenando a cualquier perro que se acercara al negocio.
Según los testimonios, incluso desafiaron a los vecinos, asegurando que no temían a las denuncias ni a posibles consecuencias legales.
Este lamentable caso es un ejemplo más de cómo la falta de aplicación efectiva de las leyes contra el maltrato animal permite que personas continúen lastimando y quitando la vida a seres inocentes sin enfrentar consecuencias. Los vecinos y rescatistas exigen justicia, esperando que estas acciones no queden impunes.
Mientras tanto, el dolor y la impotencia prevalecen en la comunidad, que cuidaba y valoraba a estos animales, ahora víctimas de la crueldad humana.