Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- En la comunidad de Santas Marías, del municipio de San Miguel de Allende, los vecinos no olvidan y están dispuestos a recordárselos sin parar, pues ahora ellos harán la chamba, pero se las van a cobrar.
Relatan los pobladores que hace poco más de un año, en pleno ambiente electoral, la directora de Obras Públicas, María Elena Vázquez, llegó hasta Santas Marías para decirles que llegaba del gobierno municipal y a nombre del entonces candidato a la reelección, el michoacano de nacimiento, Mauricio Trejo Pureco, porque estaban dispuestos a cambiar el empedrado de la calle Central por pavimento, porque así era de “buena gente” su administración.
Y así llegaron. Les dijeron que la calle Central, una de las calles más importantes de la zona -y corazón de las festividades locales-, sería transformada: el empedrado de toda la vida sería reemplazado por concreto nuevo y reluciente.
Las máquinas y los empleados del municipio, enviados a través de la Dirección de Obras Públicas a cargo de María Elena Vázquez en nombre del que entonces buscaba la reelección, Mauricio Trejo, arribaron a Santas Marías. Levantaron la calle -una vialidad que no tenía problemas estructurales- y se llevaron toda la piedra que por años formó parte del camino. No dejaron ni escombro….sólo promesas.
Pero pasando las elecciones, la vieja confiable aplicada por este gobierno ¡VOLVIÓ A OCURRIR!
Nomás dieron la pequeña ventaja en el IEEG a Mauricio Trejo y la maquinaria que ni hacía nada se fue, el concreto nunca llegó y la piedra que les quitaron a su camino nunca volvió… ¡hasta eso les robaron los empleados municipales!.
Y sí, después del voto… el silencio.
Con la elección ya resuelta y Mauricio Trejo reelegido ¡NADIE VOLVIÓ!. Ni la maquinaria, ni los trabajadores, ni mucho menos el material que prometieron o el que se llevaron sin regresar. La calle quedó abierta, polvosa y abandonada, y los vecinos, como cada año, con la festividad de su comunidad a la vuelta de la esquina, quedaron con una vía intransitable.
Los habitantes, cansados de esperar, se organizaron. Tocaron puertas. Buscaron respuestas. Visitaron la Dirección de Obras y hablaron en múltiples ocasiones con María Elena Vázquez, quien en cada encuentro prometía:
- “Ya vamos, ya va el material, ya vamos a empezar.” La última vez fue hace tres semanas. Desde entonces, nada. Otra vez, el SILENCIO.
Finalmente, ante la falta total de respuestas, los propios vecinos comenzaron a comprar piedra para reconstruir con sus propios medios lo que el municipio destruyó.
Hoy, la obra la hacen ellos, con sus manos, su dinero y su dignidad. La misma dignidad que sintieron pisoteada cuando el gobierno municipal de Mauricio Trejo Pureco se aprovechó de su necesidad con fines políticos.
“Ya no queremos más excusas ni vueltas. Estamos cansados de rogarle al municipio para que haga su trabajo. Ni siquiera sabemos si van a volver”, señalan habitantes de la comunidad, quienes aseguran que el abandono es más que una omisión: parece un castigo político.
Y es que, según los vecinos, el principal rival de Mauricio Trejo obtuvo buenos resultados en esa comunidad, lo que podría explicar -dicen ellos- el desprecio con el que han sido tratados desde entonces.
En Santas Marías, la gente ya no espera al gobierno. Decidieron reconstruir su calle, pero también su dignidad. La piedra que les quitaron fue sólo eso: piedra. La dignidad, aseguran, no se las vuelve a llevar nadie… ni con su feria, ni sus promesas, porque saben que Trejo no cumple.