Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Hoy, una sanmiguelense que se había pintado sus uñas de morado para ir a la marcha y exigir un alto a la violencia y al feminicidio está en la cama de un hospital.
Ella no llegará a la protesta porque su hermano, junto con un cómplice, intentó asesinarla mientras dormía junto a su hijo de cinco años, esto en la zona de Atotonilco, y todo por un pleito de pertenencia de un lugar llamado Escondido Place.
Un rayo infrarrojo directo en su cara la alertó de que estaban a punto de matarla, y por centésimas de segundo ella logró quitarse. Fueron 6 impactos, y uno de ellos le dio en su glúteo y salió casi por su rodilla. Esa recámara se llenó de sangre mientras su hijo corría y se refugiaba.
Desde hace dos años, denunció a su agresor al menos diez veces ante la Fiscalía del Estado, entonces en manos de Carlos Zamarripa. Diez carpetas abiertas por agresión, violencia, golpes, privación de la libertad.
* Diez veces pidió protección contra Alan, su propio hermano, con quien mantenía una disputa legal por un reconocido balneario en San Miguel de Allende.
* Diez veces avisó que la quería muerta
* 10 veces advirtió a la Fiscalía de Zamarripa que estaba en peligro y SOLO LA TACHARON DE “ARGÜENDERA”.
Ella se los dijo a las autoridade y su hermano también lo dejó claro: “Más valía ella muerta que viva”. Pero la respuesta fue la misma: “No pasa nada, arréglense entre ustedes”.
Anoche, mientras ella dormía con su hijo, Alan entró a su cuarto y le disparó.
Su hermano utilizó balas calibre .40, las mismas que emplean cuerpos policiales en Estados Unidos y que el crimen organizado ha convertido en símbolo de poder. Una bala le rozó el rostro y una esquirla entró en su ojo. Otra le atravesó el cuerpo.
Su agresor, es decir su hermano, y su cómplice huyeron, como si nada.
Hoy, ella no puede marchar. Está malherida, con las uñas pintadas de morado, porque estaba lista para salir a exigir justicia, para alzar la voz por tantas como ella. Pero su voz fue silenciada a balazos.
El mismo sistema que ignoró sus denuncias hoy la revictimiza.
Su agresor sigue prófugo. Y ella, una vez más, es la prueba de que denunciar no es garantía de nada. Porque aquí, para que te crean, tienes que estar muerta.
@newssma Elementos de la Guardia Nacional y del Ejército llegan amanecer a la casa de una empresaria sanmiguelense que se alistaba para llevar su hijo a la escuela. Le dan el susto de su vida #sanmigueldeallende #guardianacional #sedena #Guanajuato #CapCut