John Lindsay-Poland, coordinador de un proyecto de la organización de derechos humanos Global Exchange en San Francisco, ha señalado que para frenar a los cárteles mexicanos y las pandillas haitianas, Estados Unidos debe detener el tráfico de armas hacia estos grupos criminales.
Redacción
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En una columna publicada en el Miami Herald, Lindsay-Poland recordó que el 3 de febrero, Estados Unidos y México evitaron una posible guerra comercial tras acordar tomar medidas conjuntas.
Como parte de este acuerdo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se comprometió a desplegar 10,000 tropas en la frontera para frenar el tráfico de fentanilo y la migración ilegal.
A su vez, el presidente Donald Trump prometió evitar el tráfico de armas de alto poder desde Estados Unidos hacia México.
El tráfico de armas no solo impacta a México, sino también a Haití, donde pandillas utilizan armamento procedente de Estados Unidos, en su mayoría traficado desde Florida y Georgia, para imponer el terror.
Estas armas fortalecen a los grupos criminales, incrementan la violencia y obligan a muchas personas a huir en busca de seguridad.
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La relación comercial entre México y Estados Unidos, valuada en más de 800 mil millones de dólares anuales, también se ve en riesgo por este problema.
México ha demostrado su capacidad de negociación y podría imponer aranceles si no se toman acciones concretas contra el tráfico de armas.
Tráfico de armas viene de EEUU
Según datos oficiales estadounidenses, el 70% de las armas recuperadas en crímenes en México provienen de Estados Unidos
Las armas son adquiridas en tiendas minoristas y ferias de armas en Texas, Arizona y California.
Estas armas permiten a los cárteles expandir sus operaciones ilícitas, infundir terror en comunidades y enfrentar a las autoridades.
Para cumplir su compromiso de frenar el tráfico de armas, el presidente Trump debería considerar medidas contundentes, como:
- emitir una orden ejecutiva para retirar del mercado rifles de asalto
- rifles calibre .50
- cargadores de alta capacidad, todos utilizados por los cárteles en múltiples crímenes.
También podría apoyar legislación para prohibir la venta comercial de rifles calibre .50 y reforzar la inspección de comerciantes de armas vinculados con el tráfico ilegal.
Además, se sugiere que el gobierno de Estados Unidos implemente controles más estrictos sobre la venta de armas, incluyendo verificaciones de antecedentes en todas las transacciones, incluso las realizadas en línea, por correo y en ferias de armas.
Esto representaría un paso clave para debilitar a los cárteles y frenar la violencia transnacional.
Ahora, la gran incógnita es: ¿tendrá el presidente Trump la voluntad política para llevar a cabo estas acciones?
Con información de El Heraldo Digital
