Donald Trump 'truena' como Judas en San Miguel de Allende y con un mensaje explosivo: '¡A la mier... los aranceles!'

Redacción

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San Miguel de Allende, Gto.- En uno de los momentos más esperados del Domingo de Resurrección, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no ardió en redes sociales… sino literalmente en llamas, como parte de la tradicional Quema de Judas en San Miguel de Allende.

“Tronó como cohete mal amarrado” “Saludos de la banda a Trump”, decían entre risas los asistentes, mientras el Judas con la melena rubia, hecha de estropajo, con manchas rojas simulando la sangre de su oreja (por su supuesta atentado) y gesto iracundo explotaba con fuerza en el Jardín Principal.

El autor del controversial Judas fue la Ferretería y Cerrajería Lara, quien no se anduvo por las ramas y lanzó su mensaje directo: “¡A la mierda los aranceles!”, una crítica clara a las políticas proteccionistas de Trump.

Sin lugar a dudas esta fue la figura fue la más aplaudida y fotografiada del evento, convirtiéndose en la estrella de esta edición 2025, con más de 5 mil personas presentes, según datos del gobierno municipal.

LOS JUDAS

🔥 En total, 21 figuras ardieron en llamas, cada una patrocinada por comercios locales, con mensajes festivos, burlones o simplemente decorativos. Sin embargo, la de Trump fue la única que portó un mensaje político directo, mientras en el ambiente flotaba la pregunta incómoda:

¿Y los políticos locales? “¿Dónde está el Judas del alcalde Mauricio Trejo (alcalde de San Miguel de Allende??”, se preguntaban en el público y en redes sociales. Muchos esperaban su aparición, pero según trascendió, no se permitió colocar figuras que representaran a autoridades locales.

¿Por qué se queman los Judas?

La Quema de Judas es una tradición profundamente arraigada en la cultura mexicana que se celebra cada Domingo de Resurrección. Más allá de representar la traición de Judas Iscariote, estas figuras simbolizan la destrucción del mal, la corrupción, la injusticia y la traición. Son una forma de exorcizar lo negativo, burlarse del poder y purificar el ambiente con un toque de pólvora, creatividad y mucho humor.

En San Miguel de Allende, esta tradición también es una forma de decir: “Aquí los corruptos estallan”. Se ríe, se aplaude y se libera lo que pesa.

🎇 Al finalizar la quema, decenas de personas aprovecharon para tomarse selfies y fotos con los restos de los muñecos. Entre cenizas, risas y humo, la alegría volvió a reinar en el corazón de la ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Y así, entre pólvora y picardía, San Miguel volvió a demostrar que, aunque el fuego se apague… la voz del pueblo no se quema tan fácil.