Redacción
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SAN MIGUEL DE ALLENDE.- La caída en las ventas de Coca-Cola en San Miguel de Allende ya es evidente. Encargados de tiendas de abarrotes reportan que los refrigeradores de la marca permanecen llenos, mientras que las bebidas mexicanas como Jarritos, Red Cola, Tehuacán y Sangría Señorial han visto un aumento en la demanda.
El boicot contra FEMSA y Coca-Cola, que se ha extendido por varios países de América Latina, parece estar dejando huella en la ciudad. Comerciantes de la colonia San Rafael, sobre la calle Ignacio Allende, aseguran que mientras los productos de Pepsi y otras marcas nacionales requieren reposición constante, el stock de Coca-Cola apenas se mueve.
Un giro en las preferencias de los consumidores
Un vendedor de Coca-Cola, que prefirió mantener el anonimato, confirmó que la empresa ha registrado una baja considerable en las ventas. Según explicó, están intentando recuperar terreno con la introducción de nuevas bebidas saborizadas, pero el impacto del boicot sigue presente.
“Se ha notado mucho la diferencia, la gente está prefiriendo otras opciones. Ahora nos están pidiendo que promovamos los refrescos de sabores para ver si así se pueden recuperar las ventas”, comentó el trabajador.
En contraste, las bebidas mexicanas han ganado terreno en los refrigeradores de las tiendas. “Desde hace semanas hemos notado que la gente pide más Jarritos y Red Cola, y los Tehuacán de sabores han volado”, mencionó un tendero local.
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El trasfondo del boicot
El rechazo hacia Coca-Cola se ha fortalecido luego de que la empresa fuera señalada en diversos países por presuntas prácticas que afectaron a migrantes. Según un testimonio de un migrante deportado, en algunos lugares se convocó a trabajadores para supuestas reuniones, que en realidad habrían sido operativos encubiertos para entregarlos a la policía migratoria.
Este tipo de acusaciones ha provocado indignación en diversas comunidades latinas, lo que ha llevado a muchos consumidores a dejar de comprar productos de la compañía en un acto de protesta.
Un cambio que podría mantenerse
El boicot a Coca-Cola ha generado un impacto que ya resienten los comerciantes de San Miguel de Allende. Mientras la empresa intenta recuperar su presencia en los anaqueles, los refrescos nacionales siguen ganando preferencia entre los consumidores.
“Antes, todos se llevaban Coca-Cola sin pensarlo. Ahora, los clientes piden opciones mexicanas. Veremos si esto es pasajero o si realmente la gente ha cambiado su forma de consumir”, concluyó un comerciante.
Por ahora, el mensaje es claro: los consumidores están eligiendo con conciencia y Coca-Cola enfrenta una de sus crisis más notables en la región.