Redacción
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GUANAJUATO.- Carlos Zamarripa se despide como fiscal de Guanajuato tras 15 años marcados por la violencia y la impunidad.
Este 31 de diciembre, Carlos Zamarripa Aguirre cierra un ciclo de tres décadas en la Fiscalía de Guanajuato, 15 de ellas como titular, dejando tras de sí un legado polémico de casos sin resolver, acusaciones de encubrimientos y un estado hundido en la violencia.
El “todopoderoso” del sistema judicial
Zamarripa ocupó el cargo de procurador y luego fiscal general desde 2009, trabajando bajo los gobiernos de Juan Manuel Oliva, Miguel Márquez Márquez, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, y recientemente, la primera gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo. Su permanencia en el poder, respaldada por los panistas, fue clave en un contexto de violencia sin precedentes, que convirtió a Guanajuato en uno de los estados más inseguros del país.
La sombra del encubrimiento:
Durante su gestión, Zamarripa fue acusado de “perdonar” delitos y proteger a personajes clave.
Un ejemplo polémico fue el caso de Mauricio Trejo Pureco, alcalde de San Miguel de Allende, a quien supuestamente le desapareció un expediente de peculado tras una sospechosa reunión en el rancho del alcalde.
NOTA: Absuelve Zamarripa a Trejo del delito de Peculado al pagar aviadores con recursos públicos
Claudia Barragán, hoy oficial Mayor, presenta en su declaración que siempre trabajó en el hotel de Mauricio Trejo llamado Hacienda Guadalupe del 2012 al 2021 y Trejo le pagó su sueldo con dinero público. Zamarripa dijo que “se confundió”.
La alianza fallida con Álvar Cabeza de Vaca.
Junto al exsecretario de Seguridad, Zamarripa implementó estrategias fallidas que derivaron en un aumento exponencial de homicidios dolosos y violencia generalizada. Ambos funcionarios fueron señalados como los principales responsables del colapso de la seguridad en Guanajuato.
El retiro dorado: Antes de anunciar su salida, Zamarripa impulsó modificaciones al reglamento de la Fiscalía para garantizarse una jugosa pensión, avalada por los mismos panistas que lo mantuvieron en el poder. Esta pensión será financiada por los guanajuatenses, quienes, según críticos, cargarán con el costo de un funcionario señalado por ineficiencia y complicidad.
¿Y ahora qué? Mientras Libia García se prepara para una reestructuración del sistema de justicia en Guanajuato, persiste la incógnita sobre el futuro de Zamarripa. Algunos especulan que a su “perdonado” Trejo, tambien le daría chamba de “asesor” en San Miguel de Allende, siguiendo los pasos de Álvar Cabeza de Vaca.
Conclusión: Hoy termina el mandato de uno de los personajes más controvertidos en la historia reciente de Guanajuato. Su legado queda marcado por cifras alarmantes de violencia, corrupción y desconfianza ciudadana. El reto para el nuevo gobierno será reconstruir un sistema de justicia quebrantado y devolverle la paz a un estado lastimado.